Por ese amor con que se inflam tu corazn, obtn para nosotros del Padre de las misericordias el perdn de todos nuestros pecados, la confirmacin en la fe, y la perseverancia en las buenas obras; para que viviendo como cristianos buenos y fervientes podamos llegar a ser dignos de tu poderoso patrocinio. Por Cristo nuestro Seor. Aqu se considerar el amor que nos tiene nuestro Dios, y la obligacion que tenemos de corresponder este amor. Amn. Amen. Segunda Oracin: Oh, muy amable San Vicente, concdeme que, a ejemplo tuyo, una mi esperanza a mi fe, apoyndome nicamente en la generosidad del Seor. Los dos ltimos aos de su vida se dedicaron a la predicacin en el norte de Francia. Amen. San Vicente, el ms ilustre de los milagros. Amen. Aqu se meditar sobre la hermosura de la Pureza, pidiendo al Seor que nos la d en alma y cuerpo. En la vida para ayudarme en mis necesidades; en la muerte para ayudar a mi alma, para que alcance la salvacin eterna, y para que as, habiendo glorificado a Dios a travs de ti en la tierra, pueda glorificarlo a l contigo en el cielo, por los siglos de los siglos. Adelantndose el gozo Dulcsimo Jesus, que llevado del amor los hombres quissteis nacer verdadero hombre sin dejar de ser Dios, vivir y conversar con ellos, ensearles los caminos de la verdadera felicidad, y morir ltimamente por ellos; cuyo ejemplar unido con el de vuestro siervo San Vicente, que se desvivia por el bien de sus prgimos, nos dice el mutuo amor que debe reinar entre los hombres: comunicadme, Dios mio, eficaces deseos de amar mis prgimos, aun mis enemigos mismos, y de hacerles todo el bien posible en lo temporal y espiritual, para que asi merezca oir algun dia de vuestra boca lo que oirn vuestros escogidos: Venid, benditos de mi Padre, al reino que os tendo preparado. Amado Padre San Vicente, que para tener siempre sujetos tus apetitos y pasiones, los tuviste toda tu vida clavados en la cruz de Jesucristo, mortificndolos con ayunos, abstinencias, cilicios, disciplinas y demas gneros de penitencias con que pudiste vencer los enemigos de nuestra salud: alcnzame, Santo mio, aquel espritu de mortificacion que vino ensearnos Jesucristo, para que crucificado yo con l en la tierra, merezca resucitar con l en su gloria. Se dir tres veces Padre nuestro, Ave Mara y Gloria Patri, &c., y se concluir con la oracion Glorioso Apostol de Valencia, &c., pg.20. En 1412 fue uno de los nueve jueces que eligieron a Fernando I rey de Aragn, y persuadi a Fernando para que dejara de apoyar a Benito, ayudando as a acabar con el cisma. 20. Esto es aplicable en todo el mundo debido a que su autor falleci hace ms de 100 aos.
Amado Padre San Vicente, clarsimo espejo de inocencia, que no teniendo culpa de grave de que llorar, derramabas lgrimas copiosas de dolor, y castigabas tu inocente cuerpo con el ayuno, el cilicio y las disciplinas, las mas veces de sangre, por los defectos leves y precaverlos: alcnzame, Santo mio, un verdadero conocimiento de mis pecados, un dolor intenssimo de haber ofendido Dios, y un nimo resuelto de satisfacer al Seor con obras de penitencia, con que pague en esta vida las penas que merezco por ellos, y asi purificado y santificado, pueda entrar en el reino de la gloria. Aqu se meditar la obligacion que tenemos de amar nuestros prgimos, pues todos somos hijos de un mismo Padre, que es Dios. Amen. Haz que nunca me asalte el orgullo, y que, para mantenerme humilde y pequeo en mi propia estimacin, tenga siempre presente en mi mente esta gran verdad: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. tj@E Dulcsimo Jesus, que anunciado como varon de dolores y enfermedades tolersteis con las mas heroica paciencia los que cargaron sobre vos por los pecados de los hombres; y lejos de abrir la boca para quejaros de los golpes, injurias, oprobios y contusiones, con que indignamente fusteis tratado, orsteis por los mismos enemigos, que asi os mortificaron y crucificaron; y mayor abundamiento quissteis poneros por admirable egemplar de paciencia vuestro siervo San Vicente en los trabajos que padeci, para que nos avergonzsemos de nuestro poco sufrimiento: dadme, Dios mio, esta paciencia, para que imitacion vuestra yo sufra, resignado en vuestra divina voluntad, los agravios injurias de mis prgimos, y los trabajos que de cualquier modo me vengan, y asi se cumpla en m el dicho de vuestro Apostol: Si con Cristo padecemos, con Cristo seremos glorificados. Dulcsimo Jesus, que agradndoos en tanto grado la virtud de la pureza, nacsteis de una Madre Vrgen y distingusteis con particular amor vuestro virgen discpulo San Juan; y sobre estos ejemplares nos habeis dado en vuestro siervo San Vicente un Angel en esta santa virtud, para que su ejemplo nosotros seamos puros y castos en obras, palabras y pensamientos: concededme, Jesus mio, por su intercesion poderosa, que aparte yo de mi corazn todo impuro deseo, y sea casto en obras y palabras, para que asi sea digno de entonar aquel dulce cntico que cantan los puros y castos en el cielo. Aqu se meditar cunta necesidad tenemos de los auxilios de Dios, los cuales se consiguen por medio de la oracion. Por ltimo, fueron tantos los milagros que en vida y muerte obr, que averiguados sobre ochocientos por los jueces de su canonizacion, dejaron ya de comprobar otros muchos por no hacer interminable el proceso. hAdYc;^> J(&}N$EJy{Dbaa+*DRreqKO)cr'DfIf(/[o?50TDz| V4 ZEc"KoE4 C6?hfN?t 33QeAF4{Ok3Xlm,qVa }{P@Kd9?yXRAU3fy^%Df$@-mi*w Amn. Oh glorioso santo, que no se engae mi confianza en ti. 18, y despues la siguiente oracion. Concluida la meditacion dir los versos siguientes: Misericordia, Seor, y atended piadoso mi corazn. Amen.
Hizo inmortal su esplendor Amen. San Vicente, poderoso protector de los que buscan tu ayuda. Esta pgina se edit por ltima vez el 4 feb 2021 a las 00:21.
San Vicente, profeta de Cristo que ha de venir. vm em5l*SNNd&O! 3 |!M d00K Un, 3qE VL2Ll`k)ug.R~JW] Amen. Amn. Viajando a travs de Borgoa, el sur de Francia, Suiza, el norte de Italia y Espaa, atrajo a multitudes de todo el mundo y tuvo un xito notable en ganar conversos judos. Quinta Oracin: San Vicente pursimo, que hasta la muerte conserv sin mancha el hermoso lirio de tu virginidad, responde de que pueda mantener pura mi mente ante los ojos de Dios, que tenga horror ante todo pensamiento impuro, y que, por tu intercesin, Dios me conceda mi oracin. Sptima Oracin: Oh San Vicente, t que has hecho milagros tan maravillosos, nunca rechazars las humildes splicas de aquellos que se consagran a tu culto. /Rttm%fH~ }iw:w Y ser muy bueno repetir esta diligencia el ltimo dia. A ti recurro con toda mi fe y con confianza para que te dignes a curarme, quitndome mis angustias y concedindome los favores que te pido. Los prodigios que has de hacer. Para aplaudirte portento. Te suplico que seas mi Protector en la vida y en la muerte. Glorioso Padre San Vicente, dignsimo hijo de Santo Domingo, que destinado por Dios para Predicador de las gentes, mereciste que tu alma fuese adornada con todas las virtudes y dones del Esptiru Santo, para que con tu doctrina y ejemplo convirtieses los pecadores verdadera penitencia, y atrajeses los infieles la f de Jesucristo: humildemente te pido interpongas tus poderosos mritos ante nuestro Dios y Seor, para que apartando de m cuanto le sea desagradable, me conceda la gracia de imitar tus virtudes, y con ellas emplearme en su santo servicio hasta el ltimo momento de mi vida. 1. Para hacer con fruto esta Novena se debe confesar y comulgar el dia que se empiece, con el objeto de que sea con toda pureza de alma y cuerpo, y merecer que el Seor oiga nuestras oraciones. 4. Ser muy bueno que los Predicadores dirijan sus sermones engrandecer la virtud que toque meditar aquel dia, declamando contra el vicio opuesto, y procurando escitar los fieles abrazarla con los egemplos que de ella dio el glorioso San Vicente. Dulcsimo Jesus, que deseoso de plantar en el corazon de los hombres la verdadera humildad, no dudsteis tomar forma de siervo, humillndoos hasta la muerte de Cruz; y que en vuestro siervo San Vicente renovsteis frecuentemente egemplos de humildad, con los que yo abatiese mi amor propio: ilutrad, Dios mio, mi alma, para que conociendo mi miseria huya del orgullo y vanidad, enemigos capitales de ella, y nicamente apetezca el desprecio y abatimiento, para que asi algun dia sea por vos, segun vuestra promesa, ensalzado y glorificado entre los verdaderos humildes en la gloria. En 1394 el antipapa Benedicto XIII lo nombr confesor y telogo en su corte de Avin, pero cinco aos ms tarde Vicente renunci a las misiones. e6)EIgf"{lf||U7$8GzR'F5'_)F]TH_rGetd|lF hV23dp",5g;p~Y7U?K Dulcsimo Jesus, que venido al mundo redimir al hombre, y ensearle los caminos de su salvacion con vuestros egemplos y doctrina, le guisteis por el de la mortificacion, ayunando, velando, padeciendo hambre, desnudez y cansancio; y le dsteis para egemplar de esta virtud vuestro siervo San Vicente, para que como l mortificsemos nuestra carne con nuestros apetitos: infundid, Salvador mio, en mi alma vivsimos deseos de imitaros, para que mortificados mis apetitos y pasiones, y macerada mi carne con la penitencia, satisfaga en algun modo vuestra justicia por mis culpas, y merezca ser escrito en el libro de la vida. El cielo antes de nacer Mi glorioso padre San Vicente, mi benefactor ms amoroso, convencido de la gloria y el poder que disfrutas ante Dios, y que ejercitas en nombre de todos tus verdaderos devotos, y animado tambin con gran confianza en tu poderoso patrocinio: Yo me arrodillo ante tu santa imagen, como un hijo ante su amante padre, como un pobre vasallo ante su generoso rey, como un afligido paciente ante su compasivo mdico. trabajadores de pavimentos, fontaneros, fabricantes de tejas, Dulcsimo Jesus, que lleno de bondad no quereis la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, proporcionndole el remedio de su conversion en la penitencia y aborrecimiento de sus culpas, y dndole un vivo ejemplar en vuestro siervo San Vicente, que pesar de su inocencia castigaba continuamente su cuerpo, y le reducia servidumbre para que yo aprendiese castigar el mio, que tantas veces ha pecado: concededme, Seor mio, fortaleza para satisfaceros con obras de penitencias las muchas ofensas que os tengo hechas, y asi justificado como el Publicano merezca vuestro perdon, vuestra gracia y vuestra gloria. San Vicente, predicador del santo Evangelio. Santa Mara, Reina del Santsimo Rosario, ruega por nosotros. Seor Jesucristo, que quieres que ningn hombre perezca, y a quien nunca se suplica sin la esperanza de misericordia, porque T dijiste con tus labios santos y benditos: Todo lo que pidiereis en mi nombre, os ser hecho; yo os pido, oh Seor, por amor de tu santo nombre, que me concedis en la hora de mi muerte plena conciencia y poder de palabra, sincera contricin por mis pecados, verdadera fe, firme esperanza y perfecta caridad, para que pueda deciros con corazn limpio: En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu: Me has redimido, oh Dios de la verdad, que eres bendito por los siglos de los siglos. Misericordia, Seor, pues en vos confia mi alma, y se alegra mi corazn en vos. Espaa, Francia, Inglaterra, parte de Alemania, la Italia, fueron reinos que esperimentaron las mayores y mejores reformas con la predicacion y vida santa de este nuevo Apostol. 16, se dir la siguiente oracion. 16, luego se dir la siguiente oracion. San Vicente, el resplandor de los elegidos. Y aunque me poseo indigno, a causa de los innumerables pecados que he cometido, alimento en el fondo de mi corazn la firme esperanza de poder bendecir y ensalzar por toda la eternidad las misericordias de mi Dios. Oh Dios, que por la saludable predicacin del Beato Vicente, tu confesor, llamaste misericordiosamente a la multitud de la gente al ardor de tu amor y al temor del terrible juicio, concdenos, por sus mritos e intercesin, que estemos seguros de ese terrible juicio, y disfrutemos de tus promesas en eterna bienaventuranza. Os doy palabra firme de confesarme y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos: espero en vuestra misericordia infinita me perdonareis todos mis pecados, y me dareis gracia para perseverar en estos mis propsitos firmes, y emplearme en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amado Padre San Vicente, espejo clarsimo de humildad, que alabado y aclamado de Pontfices, de Reyes, de Prncipes, y de los puesblos, quienes porfia te llenaban de honores, supiste conservarte humilde, desechando todo orgullo y vanidad: alcnzame, Santo mio, esta virtud, con la cual su egemplo desprecie el vicio de la soberbia, y viendo mi nada y mi miseria, conozca que solo Dios es el grande, quien nicamente es debido el honor y la gloria; y de l espere la que tiene preparada los humildes y mansos de corazon. CTRL + SPACE for auto-complete. En 1367 ingres en la orden dominicana de Valencia, donde fue nombrado profesor de teologa.
La naturaleza y sus leyes parece estn su disposicion: l mandaba en los elementos, y tenia, digmoslo asi, dominio sobre la vida y la muerte. ]@'?n>}y>"$J;3WE!1 Tc OGWoR]yow^i;o^}Ul6qUWT%-.
16, se dir la siguiente oracion. Amen. Amen. Dulcsimo Jesus, que despues de haber persuadido los hombres la necesidad de orar, y ensendoles el modo de hacerlo, les dsteis continuos ejemplos de oracion, y quissteis que dedicado siempre esta virtud vuestro siervo San Vicente se verificase en l lo que decia San Pablo; que nuestra conversacion es en los cielos, para que nosotros, siguiendo sus pasos, nos acostumbrsemos este santo ejercicio: moved, Jesus mio, mi alma para que se dedique en un todo la oracion, y merezca conseguir por ella vencer los enemigos de mi eterna salud, y tolerar las tribulaciones por donde debo pasar para ser feliz. Misericordia, Dios mio, que mi alma se halla enferma, y las virtudes estan en ella muy desmayadas y perdidas. Sed, Apostol, &c. As, bendecidos por ti en los bienes del alma y del cuerpo, seremos siempre devotos de ti, y un da te veremos en el cielo, all contigo para alabar a Dios por los siglos de los siglos. Pues gozas supremo honor Se dir tres veces el Padre nuestro, Ave Mara y Gloria Patri, &c., y se concluir con la oracion Glorioso Apostol, &c., pg. Amen. Para llenar por su parte los designios de Dios, que ya conocia, y de que le habia dado exactas ideas y signos nada equvocos, tom el hbito de Santo Domingo en el convento de Predicadores de Valencia, su patria.
Amado Padre San Vicente, que poseido del santo temor de Dios, diste abundantsimos frutos de verdadera sabidura, y predicndole los pecadores infieles, los ilustraste en los verdaderos caminos de su eterna felicidad: alcnzame, que temiendo yo Dios siga el camino de las virtudes, de que tantos y tan repetidos egemplos nos diste, que guia al objeto de mi felicidad, que consiste en la posesion del mismo Dios. Tocau fer milacres, decia en su idioma nativo. Hecha la seal de la cruz y dicho el Acto de Contricion y la Oracion Glorioso Padre, &c., pg. Aqu se meditar cunto necesitamos ejercitar la penitencia para satisfacer por nuestros pecados. Amen. Luego que el Santo fue beatificado y canonizado, creciendo cada dia mas y mas la fama de los milagros y beneficios que por su poderosa intercesion Dios hacia sus devotos, comenzaron stos reclamarla por medio de cultos piadosos y religiosos, y de novenarios que hacian en su honor. Amado Padre San Vicente, que perfecto imitador de Jesucristo crucificado sufriste con la mayor paciencia y mansedumbre, asi los grandes trabajos y enfermedades con que Dios provocaba tu virtud, como los malos pensamientos, falsos testimonios, calumnias y burlas pesadas de hombres perdidos, de mugeres escandalosas, y aun de algunos de tus discpulos, perdnandolos imitacion del mismo Jesucristo, y dispensndoles favores y beneficios: alcnzame, Padre mio, que imite yo esta misma mansedumbre y paciencia, para que con verdad diga mi Dios: Perdnanos nuestras deudas, asi como nosotros perdonamos nuestros deudores. San Vicente, que lleva en el cielo la doble corona de la virginidad y el doctorado. En un esfuerzo por terminar con el cisma, haba intentado dos veces persuadir a Benedicto para que renunciara a su pretensin papal. Con estos, si su doctrina fue alguna vez despreciada de los enemigos de la f, quedaban todos enmudecidos, confundidos, y convertidos. Nuestro amado protector. Hecha la seal de la cruz y dicho el Acto de Contricion y la oracion Glorioso Padre, &c. pg. 16, luego dir la siguiente oracion. Oh mi protector, San Vicente Ferrer, como el Dios eterno ha depositado en ti un tesorero inagotable de gracia y de virtudes sobrenaturales, escucha mi sincera peticin y aydame con tu intercesin, ms poderosa ahora que cuando estabas en la tierra.